Semillas


Estaban todos. Como el día que llegaste.

Es curioso como la vida y la muerte logran generar una comunión que ningún otro acontecimiento puede. Todos te vieron abrir los ojos por primera vez y ahora todos te ven cerrarlos para siempre. Las lágrimas que derramaron fueron acompañadas por sentimientos muy diferentes. La dicha por el nacimiento y el dolor por tu "partida".

Nunca en tu vida te rodearon tantas flores y tanta gente. Quizás demasiadas.

Las lágrimas de la tía golpean el ataúd como si quisieran abrazarte por ultima vez. Resbalan y siguen su inexorable recorrido hasta caer en la tierra que, sedienta, las va bebiendo una por una.

Las voces se van apagando para ir transformándose en murmullo. Poco a poco lo único que te envuelve es un penetrante silencio y las mas profunda oscuridad.

El cura oficia su ceremonia ante la mirada perdida e indiferente de los presentes y de los ausentes mientras vomita palabras en latín llenas de esperanza, cargadas de un mensaje viciado de redención. El Cristo de su crucifijo se aferra a su cruz con fuerza ante los movimientos bruscos del cura mientras este rocía de agua bendita el cajón.

pulvis es et in pulverem reverteris

Las gotas en el féretro salpicado se deslizan hasta llegar al suelo. No queda claro si la rapidez con la que la tierra absorbe el liquido es resultado de los 38 grados que le dan a esta ceremonia un marco aún mas dantesco, o si la tierra misma bebe desesperadamente del agua nunca tan bendita.

pulvis es et in pulverem reverteris

Todos se han ido. No ha quedado un alma. Ni siquiera la tuya. Pero todos, tarde o temprano, sabes que van a volver. Así está establecido y así será.

pulvis es et in pulverem reverteris

La muerte es un estado. Un proceso. Es como flotar en el espacio pero sin poder ver una sola estrella. Es como volar pero no poder sentir el viento en tu rostro. La nada misma.

Un crujido interrumpe tu "vuelo". Una sensación de sueño interrumpido. ¿Cuanto tiempo ha pasado?. Cuando uno entra en la fase de muerte el tiempo deja de ser factor. Pudo haber pasado un minuto o 15 años desde que creíste escuchar un llanto por ultima vez sobre tu tumba. Lo que si está claro es que lo que que escuchas ahora es real.

El ruido es similar al de la madera quebrándose. El rugido de un árbol talado, o mas bien el llanto, el grito ahogado que antecede a su caída. Pero lo que se despedaza no es la "camisa de madera" que usaste todos estos años. El ataúd sigue intacto. Lo que se quiebra es tu cuerpo. Tus huesos.

pulvis es et in pulverem reverteris

Tu tibia se parte en 3 pedazos. Las costillas se quiebran como ramas. Tu mandíbula se desprende del cráneo impidiéndote pegar ese grito de dolor que recorre lo que te queda de cuerpo. De tus órganos hace tiempo que no queda nada. Tus pulmones que hace años dejaron de llevarte oxigeno, parecen pasas resecas y consumidas atrapadas en la jaula que forman tus costillas. Tu corazón, responsable principal de tu estado actual a raíz de un triple infarto, ha sido consumido por los gusanos. De tu cerebro no queda nada. De todos modos nunca te sirvió de mucho. Poco a poco a tu cuerpo se lo está devorando la tierra. La misma tierra que bebió las lágrimas de tus seres queridos y que ahora, hambrienta, se alimenta, se nutre con tu cuerpo.

pulvis es et in pulverem reverteris

Y de repente entiendes todo. Como una revelación.

Como cuando uno se acuerda de la palabra que tenía en la punta de la lengua. Como cuando uno encuentra el objeto que buscaba infructuosamente por toda la casa.

El verdadero sentido de la vida es la muerte. El proceso que llamamos "vida" es simplemente la etapa previa a la maduración, a la muerte. Vivimos para desarrollarnos como alimento de la tierra. El planeta está vivo. Tiene sed y tiene hambre. Nosotros somos simplemente semillas y lo que entendemos como muerte es el principio y no el final. Es el instante en el que se establece la comunión con la tierra y pasamos a formar parte del todo. Esto ha sido así desde el principio de los tiempos y será así hasta que la humanidad desaparezca y la tierra, desolada, muera de hambre y sed.

El cementerio es el campo donde plantamos a nuestros muertos para que el ciclo no se interrumpa. La muerte es el principio y la vida es, solamente, lo que pasa, el proceso, hasta que nos convertimos en semillas.

pulvis es et in pulverem reverteris

Comentarios

  1. Tremendo. Me encantó, es lúgubre, desesperanzado. Tiene un narrador terrorífico, que ve cómo se consume el personaje, y parece gozar en los mínimos detalles de su putrefacción. Interesante elección de esa voz omnisciente (¿una especie de demonio?, ¿un ser que conoce el verdadero sentido de nuestras vidas de semillas?) Inquietante...
    Esa descripción de la mandíbula que se desprende del cráneo me hizo pensar en una idea que me da vueltas hace rato: así como las cárceles sirven para restringir tu espacio, han de haber cárceles del tiempo, en la que no se puede gritar, porque no tenés una sucesión de instantes que lo hagan posible, no podés respirar, y tampoco correr, pero tenés una conciencia absoluta de tu existencia. Creo que sería terrible y me pregunto ¿a quién encerrarían en semejante cárcel?
    En todo caso, me parece un excelente relato de terror, que remite a miedos fundamentales.
    El suplicio está muy bien narrado: da una sensación de asfixia, de claustrofobia. Lo que se dice una catalepsia bien jodida!
    Feliz comienzo!

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  2. Muy bueno el dia que muera confirmaré tus palabras aunque ya estar encerrado en un cuerpo físico se acerca bastante a lo que describís. No dejes de escribir.

    Eric

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  3. Hola Pablo...
    Te descubrí en Minutouno y te vengo siguiendo...
    He notado que en muchos de tus relatos hacés mención a las jaulas, como un sentimiento de libertad privada...
    Después de leerte, pienso...si la vida es simplemente un estadio hacia la muerte, que sería lo verdadero...¿por qué duele tanto?
    Deberían enseñarnos y nosotros aprender, que así como festejamos el nacimiento, tendríamos que festejar la partida y no desangrarnos por dentro de dolor y angustia por el que se nos adelantó...

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  4. Yok,

    Ante todo gracias por todos y cada uno de tus comentarios. No sólo son eso, comentarios, sino verdaderas "devoluciones" de cada cuento.

    Gusto tenerte entre los seguidores.

    Mi "tema" con las jaulas está muy ligado al hecho de ser diabetico y a la imagen que ello me ha generado por mucho tiempo...

    El resto...fruto de sinuosas y complejas incoherencias.

    Gracias de nuevo por estar del otro lado...

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