La 31


La 31, como se conoce al asentamiento de la zona de Retiro donde hoy viven 30000 almas, es una colección de sueños truncos. Una torre de Babel donde todos los días pasa algo extraordinario.

Como anoche cuando el partido de fútbol de la canchita de tierra, ubicada en el centro geográfico de la villa, se puso aspero y los pibes cambiaron pelota por balas.
Dos a dos terminaron. Cuatro que lograron el sueño de cada habitante de la 31. Salir de la villa.

A un par de cuadras, en el "templo", se juntan todos los domingos un puñado de fieles a cantar y rezar con una pasión irritante, particularmente para Juan que vive enfrente y no puede ver en paz su partido de fútbol. Todos le piden al Señor lo mismo. Poder salir de la 31. Una suerte de versión barata del american dream. El Señor, que ultimamente anda medio cansado y disperso, contempla el cuadro mientras escucha atentamente las plegarias de Juan para que su equipo gane.

Y así será por designio del Señor. A los 45 minutos del segundo tiempo le dan un penal, inexistente, al equipo local. En la 31 hasta los fieles hacen silencio. No corre ni el viento. Los pibes de la canchita, todos menos cuatro que van camino al hospital zonal, interrumpen su partido para ir volando a lo del Walter que tiene el LCD mas grande del barrio. Hay mas gente sentada frente a la tele que frente a la cruz del templo. Herejes.

El Señor hace rápidamente un censo para determinar, a ciencia cierta, a que porcentaje de la 31 va a hacer feliz con su decisión. 57% de la población es hincha del equipo local, 23% del equipo visitante y el 20% restante está pensando en cosas mucho mas productivas. Resuelto el dilema, el juez (el del partido) pita y el delantero convierte el gol.

Delirio en la 31. Se escuchan gritos por todas sus calles. Juan se asoma y le dedica a su vecino, Roberto, el gol de su equipo, no sin antes acordarse de la madre que lo parió y de cierta parte de la fisionomía de su hermana. Roberto no responde ya que está ocupado manteniendo relaciones sexuales con la mujer de Juan, la Susi, que aprovecha que su marido tiene una pelota de fútbol en la cabeza para sentirse mujer 90 minutos por semana.

Pasan cosas en la 31.

Comentarios

  1. Hola Pablo....
    Muy buen relato de un dia en la Villa....
    En algunos puntos disiento contigo, siempre mirando desde el afuera y desde mi punto de vista, que bien puede ser el equivocado.
    Pero me parece que a la mayoría de los habitantes de la Villa 31, se les cumplió el sueño y no es precisamente salir de la villa sino todo lo contrario.
    Haber podido entrar y formar parte de la villa.
    Imaginate, que sin haberle costado nada, estan en unos de los mejores lugares de la Capital en cuanto a geografía.
    Supongo que el habitat no será el mejor. Eso no lo discuto, pero yo los veo contentos, conformes y muy tenaces a la idea de seguir allí y que nadie los saque... Sino no entiendo porque siguen construyendo mas y mejor.
    No podemos decir de la 31 que es una villa como muchas otras.
    Ya no existen allí las típicas casitas de chapas y cartón que se las vuela cualquier viento.
    No, no. El cemento llegó para quedarse y pronto va a estar urbanizada.
    Y creo que te quedaste corto con el número.
    ¿Vos crees realmente que el sueño de ellos es salir de allí?

    Besos y saludos.

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  2. Muy buen relato.
    Me gusta el estilo que tienes para narrar las cosas mundanas...

    Un abrazo!

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  3. Hace unos años hice un video de la facu ahí, y concuerdo con Yok: no se si quieren salir de ahí... muchos te dicen: "hace 25 años que vivo acá!" Justamente, más allá de la geografía y no pagar ciertos servicios (la luz, por ejemplo) hay una pertenencia al barrio muy fuerte.
    Igual no es todo color de rosa: les cuesta conseguir trabajo cuando dan su dirección y el mayor miedo está representado en los propios vecinos, o sea que no podés tener muchos objetos de valor porque se afanan entre ellos.
    Igual durante el período que duró mi trabajo práctico no hubo ningún inconveniente y hasta algunos de los chicos que vi estaban mejor areglados y peinados que los niños ricos.
    Reitero: creo que el sentimiento predominante no es el de salir, sino que predomina la disyuntiva...
    Yo diría que más que una versión barata del american dream, es una versión trucha de las adidas de la salada! jajajajaja!
    Y algo más que concuerda con la visión de Yok: la Susi no creo que se quiera ir... me parece que no la pasa nada mal en lo del Roberto!

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  4. Alejandra.

    Me has hecho reir mucho con tu lectura y análisis del cuento. Es cierto lo que plantean vos y Yok sobre el sentido de pertenencia de la gente y el barrio. Una real simbiosis.
    El cuento apunta (como casi siempre lo hacen mis cuentos) al absurdo, a lo caricaturesco. Lo que quiero reflejar y en sintonía con la linea de otros cuentos, es que vivimos rodeados de jaulas. Las hay mas chicas y las hay mas grandes. La idea de "salir" de la villa mas que el hecho en sí de vivir en otro lado es el de vivir de otra forma. Progresar.
    Gracias...again....por tu fiel lectura

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  5. Me alegra que te hayan causado gracia mis comentarios!! Tus cuentos justamente me encantan por ese toque irónico que tienen y los desenlaces tan inesperados!

    Es cierto... en parte comenté más desde la realidad que desde la ficción, pero creo que tus cuentos tienen grandes pasajes reflexivos que combinan de gran manera lo real con lo ficticio.

    Esta vez tu espíritu libertario se cruza, a mi entender, con un pensamiento propio de la clase media: "salir de ahí" es "progresar"... eso manifiesta nuestra propia condición de clase burguesa y no se si es tan así en ellos, ¿se entiende?

    cuando se escribe ficción (y tan bien como lo hacés vos) se intenta descrbir un pensar y sentir como un otro.. pero a veces solo logramos escribir lo que NOSOTROS creemos que ese otro piensa o debería pensar...

    Te comento esto porque fue en ese lugar, la villa 31, donde empecé a preguntarme sobre esta lógica que me resultaba ilógica: "no pagan la luz, pero tienen direct tv y zapatillas de 400 mangos?" o más aún: "por qué se compran un equipo de ropa deportiva de marca falsificada a 50 pesos cuando es obvio que es trucho"

    Creo que estos son pájaros están bastante cómodos en sus jaulas... o por lo menos no se plantean la salida como prioridad...

    bueno, la Susi si se plantea una salida... la próxima vez se va a ir a un telo con el Roberto así Juan no interrumpe con sus gritos de goooool! jajajaja! (aunque no se... me parece que esa situación le genera cierta exitación)

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  6. Ah... lo de absurdo lo decís por la foto con la nariz de payaso y tu cara que de "como estoy permitiendo que me saquen esta foto?"

    bue.. yo soy la menos indicada para juzgar estas cosas... si soy lo anti glamour en las fotos!

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