Cochinadas - Segunda parte
Con el correr del tiempo mi plan de aislación comenzó a hacer agua.
De alguna u otra forma "la realidad" lograba escurrirse por debajo de la puerta.
Me resultaba cada vez mas dificil establecer una conversación coherente limitandóme a hablar del tiempo y de la comida. No sólo por lo complejo de la tarea sino porque nadie quería ya sentarse a comer conmigo en la oficina. Me miraban raro, primero, y luego esbozaban una sonrisa tan falsa como la realidad en la que me había envuelto.
(¿sigue?)
De alguna u otra forma "la realidad" lograba escurrirse por debajo de la puerta.
Me resultaba cada vez mas dificil establecer una conversación coherente limitandóme a hablar del tiempo y de la comida. No sólo por lo complejo de la tarea sino porque nadie quería ya sentarse a comer conmigo en la oficina. Me miraban raro, primero, y luego esbozaban una sonrisa tan falsa como la realidad en la que me había envuelto.
(¿sigue?)
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