EL SOÑADOR



Está todo aquí dentro me decía el vendedor mientras apoyaba su dedo índice sobre su cabeza y sostenía, con la otra mano, el libro que , timidamente, le había solicitado.

"EL SUEÑO LÚCIDO: CÓMO MEJORAR SU VIDA MIENTRAS DUERME"

Estaba claro que, despierto, no me estaban saliendo bien las cosas. En la oficina no se me reconocía mi potencial y mi esfuerzo. Sin embargo yo estaba convencido que sacaba fotocopias como nadie. Incluso en doble faz.

Con las chicas nunca tuve suerte. De hecho nunca tuve. Ni chicas ni suerte. Con 40 años empecé a entender que la culpa no sólo era de la suerte sino también mía.

"El abc de la seducción: el arte de ligar" se había transformado en mi libro de cabecera. No salía de casa sin él. Seguí al pie de la letra cada consejo pero nada. El autor de este libro señalaba que "el error más común que cometen los principiantes es concentrarse en seducir primero a una mujer en lugar de atraerla. A menudo, para las mujeres hermosas, la seducción primero es poco más que el equivalente a decir: "No me conoces pero, ¿te acostarías conmigo?" Tomate tu tiempo y avanza con calma, de lo contrario, las mujeres huirán de ti. Y así fue. Huyeron todas.

Sabía que esta vez las cosas serían distintas. Lo supe desde el momento en que comencé a leer la contratapa del libro donde decía "Un manual completo sobre el arte de soñar. Incluye técnicas para controlar sus sueños y sacar el mejor provecho de ellos. Contiene, también, el sueño premonitorio más importante de la Historia. El sueño lúcido: cómo mejorar su vida mientras duerme es uno de los principales tratados sobre el control de los sueños. Mediante el uso de técnicas inéditas hasta ahora, el lector aprenderá a gobernar sus sueños y a superar pesadillas y ansiedades, conflictos de relación, bajo rendimiento en el trabajo o en los estudios, malos hábitos o problemas de salud física o mental (la autosanación). Esta obra de lectura imperdible incluye, además, el registro del sueño premonitorio que previó el atentado a las Torres Gemelas. El autor devela cómo se produjo esta histórica premonición."

Me quedé sin palabras. Por lo que acababa de leer y por lo que acababa de pagar.

Estaba visiblemente ansioso. Digo visiblemente porque por la transpiración se me habían dibujado dos aureolas en la camisa debajo de cada brazo. Seguía auyentando chicas. Pero por poco tiempo mas. Tenía ganas de dormirme. De comenzar a organizar mi vida.

Llegué a casa y subí corriendo las escaleras como un chico que busca reencontrarse con su juguete favorito tras volver del colegio. Iba por el tercer peldaño cuando mi madre, con la que aún vivo, me pegó un grito para que bajara a saludarla.

Me preguntó como me había ido en la oficina y que era ese olor tan desagradable. Me pidió que no me olvidara de cambiarle el catéter y que por favor le vaciara la bolsa de orina ya que esta se había desbordado. Una vez cumplidas mis nefastas obligaciones pude encerrarme en mi habitación, sin llave, claro está, y sumergirme en la lectura de mi nuevo libro.

Bajé las persianas porque el sol seguía inundando de luz mi habitación. Fui siguiendo meticulosamente cada uno de los consejos del libro haciendo particular hincapié en el capitulo sobre como "Incubar sueños".

Para incubar un sueño sobre un tema específico, se podría pensar primero en una frase que resumiera ese tema (por ejemplo, "Quiero ir a la Atlántida"). Puede ser útil escribir la frase en papel

Tomé el lápiz, escribí un par de lineas y me metí en la cama. No lograba conciliar el sueño. Pasaron siete horas hasta que, finalmente, caí rendido.

Recién al verme tan apuesto frente a un espejo entendí que ya estaba soñando. Estaba en la oficina. Reconocía cada uno de los rincones de ese oscuro lugar. Estaban todos mis compañeros y todos, sin excepción, me miraban con admiración mientras pasaba por los pasillos. Vestido con un traje que en la vida real no hubiese podido pagar ni trabajando 15 años, me movía con la gracia de un cisne mientras levantaba con una sola mano la fotocopiadora. Acto seguido entraba a la oficina del Señor Ordoñez, nuestro jefe, y dejaba caer el pesado artefacto sobre su cabeza dejando un esplendido baño de sangre en su ahora roja oficina.

Mi madre entra en escena y, muy gentilmente, la invito a no cagarme la vida también en sueños. Le aplico un certero puntapié a su silla de ruedas y disfruto viéndola rodar por las escaleras mientras sus bolsas de orina estallan transformándose en una fantástica fuente dorada.

Las chicas de la oficina sonríen como nunca jamas lo hicieron. Me miran con deseo. A mi. Animales en celo.


Sueña, sueña, sueña y se aferra a este mundo que gira a su alrededor. Tan grande es su anhelo que decide no abandonarlo nunca más.

Al pie de su cama, testigos de su despedida, quedan un frasco de pastillas para dormir vacio y la nota que escribió antes de incubar su ultimo sueño.

"Quiero ser feliz"

Comentarios

  1. Muy bueno pablo, un manual completo sobre el arte de soñar, ojo con esas patrañas de la seducción y el PNL, que no hacen más que engañar a la gente. Yo me leí hace años el método, de Neil strauss y mi vida no dio el minomo giro, nunca, jamás!!
    Estafadores de la moral...

    Muy bueno el cuento, espero el proximo capitulo con ansias.

    ResponderEliminar
  2. Adoré este cuento!! Maravilloso!!!

    ResponderEliminar
  3. Bro.. todo esto lo charlas con tu psico?.. que viaje flaco! MUY BUENO me encanto.

    ResponderEliminar
  4. A la psicóloga no la veo hace mas de dos años...
    ¿se nota tanto?

    Jejeje..No la extraño...es mas...me encantaría que leyera mis cuentos...

    F*** You Freud

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares